EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.-
La participación del salario real como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) en la República Dominicana ha mostrado un comportamiento estancado, e incluso descendente, reflejando una pérdida de peso de los sueldos dentro de la economía nacional. Esta tendencia refuerza la percepción de que el crecimiento económico no ha sido equitativamente distribuido, afectando especialmente a los trabajadores asalariados.
Según el informe “Mercado de Trabajo, salario real y productividad laboral” del Instituto de Investigación Socioeconómica (INISE) de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), el país se encuentra entre las naciones con mayor proporción de trabajadores con salarios bajos, definidos como aquellos que ganan menos de dos tercios del salario mediano.
Con un 23.6%, la República Dominicana ocupa el segundo lugar entre los países analizados, solo superada por Argentina, que registra un 25.4%. Esta cifra se sitúa muy por encima del promedio regional, que es de 15.5%, lo que evidencia la magnitud del problema.
Este indicador refleja un mercado laboral altamente segmentado y con marcadas brechas salariales, lo que no solo dificulta la movilidad social ascendente, sino que también contribuye a la persistencia de la informalidad y la pobreza laboral estructural.
Realidad salarial contrasta con las horas trabajadas
Por otra parte y con respecto al producto interno bruto (PIB) por hora trabajada, la República Dominicana es una de las naciones con niveles superiores en generación por hora laboral.
El informe dice que el país tiene un PIB de 26.7 dólares por hora trabajada, superando a naciones como Colombia (18.7), Ecuador (15.8), y Guatemala (14.5), y se encuentra incluso por encima del promedio del Caribe (20.8). “Este dato sugiere que, en términos de productividad laboral, la República Dominicana muestra un desempeño relativamente elevado en comparación con la mayoría de los países de la región. Sin embargo, esta cifra contrasta de forma evidente con la realidad salarial del país”, afirma.
La informalidad en 57% y la pobreza, dicen presente
El informe del INISE destaca que durante el periodo 2016-2023, el empleo informal predominó consistentemente en el mercado laboral dominicano, con una participación cercana al 57% frente a un 43% del empleo formal, por lo que la tendencia general refleja una estructura laboral altamente informal.
El documento agrega que actualmente, el 56.2% de la fuerza laboral se desenvuelve en el sector informal, lo que representa más de 2.6 millones de personas y esto se refuerza con el hecho de que casi dos de cada tres nuevos trabajadores por cuenta propia se insertan directamente en la informalidad, limitando el acceso a la seguridad social, estabilidad laboral y protección de derechos.
El trabajador genera más pero no recibe proporcionalmente más
El documento del INISE establece que no existe una coherencia efectiva entre el esfuerzo y el beneficio recibido por los trabajadores, ya que aunque se ha producido un aumento notable en la productividad, eso no se ha traducido en mejoras en los ingresos reales de quienes generan esa riqueza y cuyo hecho puede interpretarse como una señal de desequilibrio en cómo se distribuyen los frutos del crecimiento económico, donde el trabajador genera más pero no recibe proporcionalmente más.
“Además, esta tendencia sostenida en el tiempo sugiere un problema estructural que no ha sido atendido con políticas efectivas que prioricen el bienestar de la fuerza laboral”, agrega el informe.
De su lado, la pobreza medida según ingresos laborales, se ha reducido de forma moderada, pasando de 60.5% en 2016 a 53.4% en 2023. En cambio, más de la mitad de los trabajadores siguen sin generar lo suficiente para salir de la pobreza, por lo que esta situación refleja un mercado laboral marcado por la informalidad y bajos salarios.
Finalmente, el informe manifiesta que entre 2016-2023, el ingreso laboral promedio mensual en República Dominicana aumentó de RD$15,091 a RD$22,213, pero dicho crecimiento fue insuficiente frente al encarecimiento sostenido de la canasta básica, que pasó de RD$28,773 a RD$43,995.
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