Deportes.- La tensa serie entre los Padres de San Diego y los Dodgers de Los Ángeles culminó la noche del jueves con una victoria 5-3 para San Diego, marcada por ocho pelotazos a lo largo del enfrentamiento, incluyendo uno al dominicano Fernando Tatis Jr. y otro al astro japonés Shohei Ohtani.
El punto de ebullición llegó en la novena entrada, cuando Tatis Jr. fue golpeado por tercera vez esta temporada por un lanzador de los Dodgers, en esta ocasión por Jack Little. El mánager de los Padres, Mike Shildt, salió inmediatamente a reclamar, y las bancas se vaciaron tras el altercado verbal con su contraparte, Dave Roberts.
Tatis tuvo que abandonar el juego, aunque las radiografías iniciales de su mano derecha resultaron negativas. Según el equipo, se someterá a pruebas adicionales este viernes, incluyendo una resonancia magnética.
«Ya es suficiente«, dijo Shildt al final del juego, molesto por la cantidad de veces que su jugador ha sido golpeado. Por su parte, el también dominicano Manny Machado expresó que “deberían encenderle una velita a Tatis y esperar que todo esté bien”.
El conflicto no terminó ahí. En la parte baja del noveno, con dos outs, el cerrador de los Padres, Robert Suárez, golpeó a Shohei Ohtani con una recta. Aunque los jugadores de los Dodgers se mostraron listos para responder, Ohtani calmó los ánimos, haciendo un gesto para que sus compañeros no reaccionaran, mientras caminaba hacia primera base. Suárez fue expulsado de inmediato.
Tras el partido, Roberts reconoció que le molestó la actitud de Shildt más que el pelotazo en sí. “Entiendo el juego, entiendo que no se siente bien ser golpeado, pero lo que me incomodó fue que me gritara y me mirara fijamente, eso fue innecesario”, declaró.
La serie entre estos dos rivales del Oeste de la Nacional dejó heridas abiertas, elevó la rivalidad y encendió las alarmas en ambos dugouts, mientras se espera el parte médico de Tatis y una posible sanción para Suárez.
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