REDACCIÓN.- Una profunda tristeza embarga al municipio de Esperanza, donde el luto colectivo se ha apoderado de la comunidad tras el trágico accidente de tránsito ocurrido la noche del domingo en la carretera de Jamao al Norte, en la provincia de Espaillat. Este siniestro vial ha dejado un saldo fatal de seis personas fallecidas, conmocionando a toda la localidad que ahora llora la pérdida de varios de sus habitantes.
Las víctimas mortales del accidente fueron identificadas como Iván de Jesús Almonte González, de 18 años, quien se desempeñaba como conductor del vehículo siniestrado. Además perdieron la vida Manuel Molina Mésquita, José Antonio González Beltrán, Giovanni Mésquita Sánchez y Winifer Aragonés Mésquita. La identidad de la sexta víctima aún no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades competentes.
El dolor de las familias afectadas es palpable en sus testimonios. «El que no se ha pasado por ahí no sabe lo que pasa, es fuerte, duro, pero nada, Dios está conmigo», expresó con dolor uno de los familiares. La angustia vivida en los momentos posteriores al accidente se refleja en las palabras de otra familiar: «Yo no hallaba casa y mi niña llamándola, y llegamos al hospital y esa gente no te dejan entrar a ver y tú ahí esperando».
Según el reporte oficial de las autoridades, tres de las víctimas mortales perecieron inmediatamente en el lugar del accidente, mientras que las otras tres personas fallecieron posteriormente mientras recibían atenciones médicas en centros hospitalarios. Esta información ha sido confirmada por fuentes oficiales que manejan la investigación del siniestro.
Los testimonios de algunos de los viajeros que lograron sobrevivir al accidente revelaron detalles importantes sobre las posibles causas del siniestro. Según estos relatos, el vehículo habría presentado fallas mecánicas en el sistema de frenos, lo que provocó que el conductor perdiera el control del automóvil en la peligrosa zona montañosa de la carretera.
La tragedia adquiere una dimensión aún más conmovedora cuando se conoce el noble propósito del viaje. Según relataron los vecinos de la comunidad, el grupo de amigos había organizado este viaje a la playa con el objetivo altruista de recaudar fondos para costear la intervención quirúrgica de un amigo que necesitaba asistencia médica urgente. Esta muestra de solidaridad y amistad hace que la pérdida sea aún más dolorosa para toda la comunidad.
El impacto emocional en los habitantes del municipio es evidente. «Ya tú sabes cómo se siente uno, muy, muy, muy condenado», expresó un vecino visiblemente afectado por la tragedia. Otra residente manifestó: «Lamentando esto demasiado, que nada más no fue ella que murió, sino murió un tío de ella, murieron más personas».
El sentimiento de pérdida colectiva se refleja en las palabras de los habitantes: «Estamos muy condenados con lo que ha pasado, es algo muy doloroso para nuestro pueblo, ya que hemos perdido muchos seres queridos, muchos familiares». La comunidad reconoce que una de las víctimas era especialmente querida: «Estamos condenados a un muchacho querido de nuestro barrio, Juan Bosco, no tenemos palabras para decir lo que sentíamos por él. Es una pérdida para nosotros profundamente».
Como muestra de respeto y solidaridad con las familias afectadas, el municipio de Esperanza, a través de sus concejales y la alcaldía, tomó la decisión de declarar tres días de duelo municipal. La sala capitular del ayuntamiento de esta localidad formalizó esta declaratoria en solidaridad con los fallecidos y sus familias.
Esta tragedia se suma a otras pérdidas que ha experimentado la comunidad, generando un sentimiento de dolor acumulativo que afecta profundamente a todos los habitantes del municipio. El accidente en la carretera de Jamao al Norte se convierte así en un recordatorio doloroso de los riesgos que enfrentan diariamente los usuarios de las vías del país, especialmente en zonas montañosas donde las condiciones del terreno pueden agravar las consecuencias de cualquier falla mecánica o error humano.
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