Un país que no haga lo que tiene que hacer en el momento oportuno retrasa su desarrollo. Lo es en la economía, en la política, en la educación y en el orden institucional.
El mundo lleva un ritmo demasiado acelerado, como para ir al paso en que vamos en casi todas las materias. En este caso nos queremos referir a los tres códigos principales que norman la vida civil, laboral y criminal de la República Dominicana.
La política no tiene explicación razonable para explicar los tropiezos que nos han permitido mantener normas envejecidas sin que seamos capaces de actualizarlas.
El Código Penal y el Código Civil son hijos de leyes promulgadas por Napoleón Bonaparte en 1804. Es decir, hace 221 años en Francia.
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