Santo Domingo. – República Dominicana continúa enfrentando un grave desafío en relación al embarazo infantil y adolescente. En 2024, 585 niñas de entre 11 y 14 años dieron a luz, según el Anuario de Estadísticas Vitales de la Oficina Nacional de Estadística (ONE). Este número refleja una realidad alarmante sobre cómo las menores de edad se ven expuestas a una maternidad temprana, que vulnera su salud, desarrollo y derechos fundamentales.
De los 585 nacimientos, dos de las niñas tenían apenas 11 años, 17 tenían 12 años, 124 eran de 13 años y 442 correspondían a adolescentes de 14 años. Este grupo se inscribe dentro de los 15,977 nacimientos registrados entre mujeres de 19 años o menos, lo que representa el 11.58% del total de nacimientos en el país durante el 2024, que sumaron 137,946.
Aunque las estadísticas muestran una disminución relativa con respecto a años anteriores, el embarazo en adolescentes sigue siendo un tema crítico. En 2024, las adolescentes de 15 años registraron 1,140 nacimientos; las de 16 años, 2,007; las de 17 años, 2,916; las de 18 años, 4,044; y las de 19 años, 5,285, siendo este último grupo el de mayor número de nacimientos.
La edad promedio de las madres menores de 20 años en 2024 fue de 17.53 años, una cifra apenas por debajo de la mayoría de edad en el país. A pesar de la disminución en los porcentajes, comparando con los datos de 2012, cuando se registraron 40,417 nacimientos de madres adolescentes, este cambio refleja una reducción del 60.47% en el período analizado, lo cual sugiere avances importantes en la dinámica del embarazo adolescente.
El informe de la ONE destaca que, si bien se ha registrado una baja general en los embarazos adolescentes, estos datos podrían no ser completamente precisos, ya que algunos nacimientos podrían no haber sido documentados debido a la falta de cédulas de identidad en muchas madres adolescentes, lo que limita la capacidad de declaración en el Registro Civil.
A lo largo de la última década, el embarazo adolescente ha mostrado una tendencia decreciente, desde un 20.12% en 2014 hasta un 11.58% en 2024. No obstante, la baja, aunque significativa, aún deja al país con altos índices de maternidad temprana. En los últimos 10 años, la tasa de embarazo adolescente se ha reducido en un 8.54%, lo que refleja un cambio positivo, pero aún queda mucho por hacer en términos de prevención, educación sexual y acceso a servicios de salud.
La continua preocupación de organizaciones nacionales e internacionales, como la ONE, es que a pesar de la disminución relativa, los embarazos en niñas menores de 14 años siguen siendo una realidad muy grave. La problemática demanda atención urgente en políticas públicas orientadas a proteger los derechos de las menores y garantizar que puedan alcanzar su pleno desarrollo sin las barreras que impone la maternidad precoz.
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