Deportes.- Hace un mes, los Padres no habrían ganado este juego. Hoy, con piezas nuevas y un ambiente distinto, el guion es otro y el protagonista tiene nombre: Ramón Laureano. El dominicano se robó el show en Seattle con un grand slam en el primer inning y un doble decisivo, siendo la chispa de la victoria 7-6 sobre los Marineros en el T-Mobile Park.
Laureano, junto a Ryan O’Hearn y el venezolano Freddy Fermín, volvió a demostrar que las adquisiciones en la Fecha Límite no solo trajeron profundidad, sino también carácter. Cada uno puso su granito: O’Hearn con par de imparables, Fermín con un toque sorpresa que rompió el empate, y Laureano como líder encendido, marcando el rumbo con el madero.
El juego fue una montaña rusa. Dylan Cease arrancó intratable con 11 retirados en fila, pero un jonrón de tres carreras de Randy Arozarena abrió la puerta a Seattle. Luego, el bullpen sufrió con el venezolano Eugenio Suárez, quien volteó la pizarra con otro vuelacerca de tres. De un 5-0 cómodo, San Diego pasó a estar contra las cuerdas.
Ahí apareció el temple. Jake Cronenworth empató con un sencillo, Fermín adelantó con su toque valiente y el relevo cerró filas. Adrián Morejón ponchó a tres seguidos, el recién llegado Mason Miller se lució contra la parte alta del orden, Jeremiah Estrada se recuperó de su última salida y Robert Suárez aseguró su rescate número 35.
El mensaje fue claro: este equipo ahora sabe responder cuando lo golpean. “Nos dieron una cachetada en el quinto, pero respondimos de inmediato”, dijo Cronenworth. Y Laureano lo resumió aún mejor: “No hay duda, esta es la alineación más profunda en la que he estado”.
Esa profundidad es obra de A.J. Preller, quien en la Fecha Límite movió 22 piezas en cinco canjes. Hoy, cada una empieza a rendir dividendos, con Laureano en el centro como la figura que refleja el cambio. Shildt lo definió como un grupo “aguerrido y comprometido desde el primer día”, mientras que O’Hearn destacó el ambiente del clubhouse que permitió que todos encajaran rápido.
En San Diego, saben que no pueden vivir cada noche de su bullpen, pero entienden que ahora tienen las herramientas para ganar juegos cerrados. Y lo más importante: encontraron a un líder inesperado en Laureano, que con su bate y su energía le dio identidad a un equipo que parecía perdido hace apenas un mes.
(Fuente: MLB en Español)
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