SANTO DOMINGO. – El meteorólogo John Morales advirtió durante la conferencia “Navegando en el Peligro: Tsunamis, Terremotos y Huracanes” que el debilitamiento de los sistemas de predicción climática internacionales está dejando al mundo vulnerable frente a huracanes cada vez más intensos y menos previsibles, en gran parte debido a los recortes implementados por el gobierno estadounidense de Donald Trump.
“Tenemos una situación incendiaria en 2025, no solo por la intensificación extrema de los ciclones debido al calentamiento global, sino porque se ha degradado gravemente nuestra capacidad de observar, monitorear y pronosticar huracanes en tiempo real”.
Morales responsabilizó directamente al gobierno de Trump por el despido masivo de personal técnico y especializado en instituciones clave, como el Centro Nacional de Huracanes (NHC) y el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), ambos bajo la administración de la NOAA (Administración Nacional Oceánica y Atmosférica).
“Muchos de los técnicos que mantenían radares, globos meteorológicos, sondas e incluso los aviones cazahuracanes han sido despedidos por decisiones políticas mal planificadas”, denunció. “Se ha destruido una estructura construida durante décadas para proteger vidas humanas”.
El impacto, advierte, no es solo nacional. El Centro Nacional de Huracanes tiene jurisdicción sobre el Caribe, Centroamérica y el Pacífico oriental, lo que significa que países como la República Dominicana están igualmente expuestos a los efectos de este desmantelamiento científico.
“¿Qué tiene que ver eso con nosotros?”, planteó Morales. “Todo. Porque la capacidad de pronosticar un huracán que se acerca a nuestras costas depende directamente de esas instituciones debilitadas por recortes ideológicos”.
El meteorólogo citó incluso un editorial firmado por todos los exdirectores del NWS, que advierte que esta situación podría derivar en un aumento innecesario de muertes entre ahora y 2035, debido a la pérdida de capacidad de respuesta ante desastres climáticos.
Entre los sistemas afectados se encuentran los globos meteorológicos (que ahora se lanzan solo una vez al día o no se lanzan por falta de personal), el mantenimiento de radares, la disponibilidad de vuelos de reconocimiento y el procesamiento de datos en tiempo real.
Morales advirtió que la ciencia está siendo atacada de forma frontal: “Han destruido el modelo estadounidense de financiación científica que existía desde la Segunda Guerra Mundial. Universidades y centros de investigación han perdido fondos, y cientos de científicos han quedado desempleados”.
El experto explicó que, aunque no haya más tormentas, la probabilidad de que una tormenta se convierta en un huracán de categoría 3, 4 o 5 ha aumentado drásticamente, mientras que la infraestructura que debería anticipar esos riesgos está siendo socavada desde dentro.
“No son desastres naturales, son desastres provocados por decisiones humanas. Nos estamos quedando ciegos justo cuando más necesitamos ver”, expresó.
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