EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO.- El índice de precios de los alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se situó en mayo de 2025 en un promedio de 127,7 puntos, es decir, 1,0 punto (un 0,8 %) menos que en el mes previo.
Esto representa un aumento de 7,2 puntos (un 6,0 %) en comparación con el nivel registrado en 2024, aunque se mantiene 32,6 puntos (un 20,3 %) por debajo del nivel máximo alcanzado en marzo de 2022.
En ese mismo orden, la FAO explica que el índice de precios de los cereales se ubicó en 109,0 puntos, 2,0 puntos (un 1,8 %) menos que en abril y 9,7 puntos (un 8,2 %) por debajo de su nivel en el mismo mes del año pasado.
El organismo establece que, “si bien aumentaron los índices de precios de los productos lácteos y la carne, estos se vieron compensados con creces por la baja de los cereales, el azúcar y los aceites vegetales”.
En lo que respecta a los aceites vegetales, su índice se situó en aproximadamente 152,2 puntos, lo que supone una disminución de 5,8 puntos (un 3,7 %) desde abril. Aun así, se encuentra un 19,1 % por encima del nivel alcanzado el año anterior. Este descenso continuo se debe a la bajada en las cotizaciones de los aceites de palma, colza, soja y girasol.
En cuanto a la carne, registró un promedio de 124,6 puntos, lo que representa una subida de 1,6 puntos (un 1,3 %) respecto al valor revisado de abril y 7,9 puntos (un 6,8 %) por encima de su nivel de hace un año.
Los productos lácteos se posicionaron en 153,5 puntos, es decir, 1,3 puntos (un 0,8 %) más que en abril y 27,2 puntos (un 21,5 %) por encima de su valor en 2024.
Finalmente, el azúcar registró un índice de 109,4 puntos, 2,9 puntos (un 2,6 %) menos que en abril, lo que representa el tercer descenso mensual consecutivo. Este resultado ubica al índice 7,7 puntos (un 6,6 %) por debajo del nivel alcanzado en mayo de 2024. La caída se debe al debilitamiento de la demanda mundial de azúcar ante la preocupación por la incertidumbre de las perspectivas económicas globales y sus posibles consecuencias en la demanda de las industrias de elaboración de bebidas y alimentos.
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