Santo Domingo.- El debate sobre las eximentes en la interrupción del embarazo continúa generando movilización social. Este sigue siendo el principal motivo por el que el colectivo de lucha por los derechos de la mujer mantiene una protesta permanente frente al Congreso Nacional, ante la inminente aprobación de una nueva normativa penal.
Las manifestantes rechazan tajantemente el contenido del código penal propuesto. Denuncian que permite prácticas como el castigo físico a menores y la violación dentro del matrimonio, calificándolas como medidas propias de “la caverna”.
Voceras del movimiento, consideran que el Senado está a punto de cometer una injusticia al apoyar una legislación que, a su juicio, representa un retroceso alarmante.
“Es una afrenta y una demostración de la crisis de valores como la verdad dentro de la clase política que nos gobierna”, expresó Natalia Mármol, representante de la Coalición por la Vida y los Derechos de la Mujer.
Marmos cuestionó que el partido oficialista, el PRM, no haya cumplido con su compromiso de incluir las causales en la reforma penal.
“Un país con un código penal de la época cavernícola, que abandona a las mujeres y a las niñas y niños, y que garantiza la prescripción de los delitos de violencia de género, está condenado a seguir perdiendo vidas”, lamentó.
Reiteró que no se trata de ideología, sino de proteger vidas y evitar daños a miles de familias dominicanas.
Por su parte, congresistas oficialistas sostienen que la despenalización del aborto justificado ha sido el principal obstáculo para la aprobación del nuevo código. “Este país no aguanta un día más sin código penal actualizado. No podemos permitir que un solo punto mantenga al país en el limbo”, manifestaron legisladores en defensa de la pieza.
Ante este panorama, las organizaciones feministas reafirmaron que seguirán en pie de lucha, tratando de sensibilizar a sectores como la Iglesia Católica, que se oponen a la inclusión de las causales en el nuevo marco legal.
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