EL NUEVO DIARIO, SANTO DOMINGO. – María Cristina Camilo, conocida como “Maíta”, dejó una huella imborrable en la radio, la televisión y el teatro dominicano. Su legado abrió puertas a generaciones de comunicadoras y transformó la historia de la comunicación en el país, marcando un antes y un después en la presencia femenina en los medios.
Nacida en San Francisco de Macorís en 1918, Camilo comenzó su carrera profesional como enfermera, labor que desempeñó durante 12 años antes de descubrir su verdadera vocación en la comunicación. En 1948 respondió a un anuncio de «La Voz del Yuna» y se convirtió en la primera mujer locutora de esa emisora, iniciando un camino que cambiaría la historia de la radio dominicana.
En 1952 hizo historia al aparecer en televisión en el programa «Romance Campesino», convirtiéndose en la primera mujer frente a las cámaras que dieron vida a la televisión criolla. Su talento y carisma pronto la consolidaron como referente, participando en producciones emblemáticas como Cosas de mi Tierra, El estelar de Brugal y Felipa y Macario.
Su compromiso con los medios no disminuyó con los años: incluso en su centenario, “Maíta” continuaba activa, presentando el programa «Abuelos 911» hasta los 102 años. Su pasión y disciplina demostraron que la edad nunca fue un límite para la creatividad y la entrega profesional.
A lo largo de su vida, María Cristina recibió múltiples reconocimientos por su trayectoria, incluyendo distinciones del Congreso Nacional, el Senado y la Asociación de Cronistas de Arte, así como el Premio Maíta, instaurado en su honor. Estos galardones reflejan no solo su profesionalismo, sino también el cariño y respeto que le prodigó el público dominicano.
Más allá de su carrera, su historia está vinculada a la memoria y lucha social del país: fue prima segunda de las Hermanas Mirabal, símbolo de resistencia y valentía. Su vida combinó talento, tenacidad y un profundo compromiso con la cultura y la educación en los medios.
María Cristina Camilo no solo abrió el camino para las mujeres en la comunicación; inspiró generaciones con su voz, su ejemplo y su dedicación. Su paso por la radio, la televisión y el teatro quedó grabado como un legado que trasciende el tiempo y que continuará motivando a futuras generaciones de comunicadoras y artistas dominicanos.
Maíta falleció este viernes a la edad de 107 años. Su historia es un recordatorio de que la pasión, la constancia y la vocación pueden transformar la vida de un país, y que una sola voz, cuando es valiente y decidida, puede abrir caminos para muchos.
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