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Sobrevivientes y familiares de fallecidos aseguran que no pararán hasta que se haga justicia por tragedia de Jet Set


A dos meses del colapso del techo en la discoteca Jet Set Club, sobrevivientes y familiares de las víctimas fatales se congregaron este domingo frente a la zona cero para exigir justicia y honrar la memoria de sus seres queridos.

La misa, encabezada por el padre Rogelio Cruz, se convirtió en un clamor colectivo por respuestas y sanciones a los responsables del trágico incidente que dejó varias personas muertas y heridas.

“Que lo tranquen”, fue una de las frases más repetida entre los asistentes, reflejo del dolor e indignación acumulados. Muchos de los presentes cuestionaron la lentitud del proceso judicial y exigieron que las autoridades actúen sin más dilaciones. “No se puede tapar el sol con un dedo”, expresó el sacerdote durante la eucaristía, al denunciar la indiferencia institucional frente al sufrimiento de las víctimas.

A las afueras del templo, una ciudadana expresó su frustración con contundencia: “Ya van dos meses y todavía no hay nadie preso. ¿Qué están esperando?”. Como ella, decenas de personas reclamaron una investigación seria y transparente, y advirtieron que no dejarán de alzar la voz hasta que se haga justicia.

En las redes sociales, entre las voces que se unieron al reclamo, estuvo Ana Beatriz Pérez, hija menor del fenecido merenguero Rubby Pérez, una de las víctimas mortales del derrumbe.

A través de su cuenta de Instagram, la joven denunció que lo ocurrido “no fue una coincidencia”, y acusó al propietario del establecimiento de haber priorizado las ganancias económicas por encima de la seguridad de los asistentes. “La avaricia pudo más”, escribió.

Ana Beatriz calificó la tragedia como una consecuencia de la “negligencia, el abandono y el silencio institucional”, y pidió que el caso no quede en el olvido. Aunque habló desde el dolor de haber perdido a su padre, extendió su mensaje a todas las familias afectadas: “Detrás de cada número hay una familia rota, un nombre, una historia, una ausencia que jamás se llenará”.

Los familiares y sobrevivientes reiteraron que no descansarán hasta ver consecuencias reales. “Esto no puede terminar con una misa y flores. Tiene que haber justicia”, concluyó uno de los presentes con la voz quebrada, mientras sostenía una fotografía de su ser querido perdido en la tragedia.



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