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Advierten proyecto de ley de nutrición y alimentación escolar pondría en riesgo empleos y calidad del servicio


Santo Domingo. África Montás, vocera de la Confederación Dominicana de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (CODOPYME), y Francisco Capellán, vicepresidente de la Unidad de Suplidores de Alimentos Escolares (UNSAE), manifestaron su oposición al nuevo proyecto de ley de nutrición y alimentación escolar, recientemente aprobado en primera lectura en el Congreso Nacional.

Los representantes de ambas organizaciones advierten que la implementación de esta legislación podría desmantelar el actual sistema de suministro de alimentos escolares, con graves consecuencias para miles de empleos, así como para los controles de calidad y la seguridad alimentaria que actualmente se aplican.

Durante su participación en el programa El Despertador, Montás señaló: “Todos sabemos que necesitamos esta ley. Necesitamos regulaciones. Sin embargo, la preocupación radica en que quienes hemos llevado la carga desde el inicio, cuando el Estado dominicano nos necesitó para implementar la jornada escolar extendida con alimentación, ahora quedamos desplazados”.

Millonarias Inversiones en Riesgo

Montás explicó que las PYMES del sector han realizado cuantiosas inversiones para cumplir con los estándares del programa. “Hemos invertido más de 8 mil millones de pesos en nuestras cocinas, con equipos totalmente industrializados”, afirmó. Añadió que, gracias al respaldo del presidente de la República, “somos industria, porque contamos con certificación industrial, tanto de Indocal, que verifica la calidad, como de Proindustria, que nos reconoce como pequeños industriales”.

Propuesta de cocinar en escuelas

Uno de los puntos más polémicos del proyecto es la propuesta de trasladar la preparación de los alimentos a las escuelas. Francisco Capellán explicó que “la propuesta es que llevemos nuestras cocinas a los centros educativos”, pero tanto él como Montás expresaron serias dudas sobre la viabilidad y seguridad de esa medida.

Montás cuestionó las condiciones actuales de la infraestructura escolar. “Usted sabe bien en qué condiciones están muchas escuelas del país. Hablan de un programa avalado por la FAO, pero habría que ver en qué condiciones están esos centros. ¿Qué garantía de agua existe? ¿Es seguro instalar un tanque de gas en edificaciones precarias? Hace poco en México hubo una explosión por una hornilla mal cerrada. ¿Quién va a cocinar?”, preguntó.

Capellán agregó que ya se realizaron planes piloto en algunas escuelas, donde se instalaron cocinas, pero por problemas administrativos y operativos, “tuvieron que retirarlas. En la mayoría de los casos, los equipos ya no existen, quizás los espacios sí. Implementar esta medida implicaría reequipar todas las cocinas, sin garantía de que puedan cumplir con los estándares de calidad”.

Controles de calidad y seguridad alimentaria

Ambos voceros defendieron el sistema actual de producción y distribución de alimentos, destacando su rigurosidad en controles sanitarios y de calidad.

Montás describió el proceso en las cocinas de las PYMES: “Tenemos un área de recepción donde se pesa la mercancía, luego pasa al área de lavado y desinfección. Contamos con áreas de almacenamiento seco, húmedo y frío; un cuarto específico para frutas, que evita romper la cadena de frío; además de zonas para vegetales y corte”.

Capellán resaltó la supervisión constante por parte del Instituto Nacional de Bienestar Estudiantil (INABIE): “Hay una supervisión muy rigurosa. Si hay alguna falla en la entrega, el responsable es la empresa proveedora, que debe cumplir con múltiples requisitos”.

Montás añadió que los menús siguen estrictamente los lineamientos establecidos por la institución: “Tenemos un recetario que define el nivel de grasa, aceite y nutrientes. No improvisamos. Contamos con técnicos que nos visitan tanto en las cocinas como en los centros educativos. Además, un comité de nutrición verifica los alimentos antes de su entrega”.

Preocupaciones por seguridad en escuelas

Montás también expresó inquietud ante la idea de que los directores escolares sean los responsables de las cocinas. “Los directores apenas pueden controlar el área académica; ahora, ¿también serán cocineros?”, cuestionó.

Capellán, por su parte, subrayó la falta de personal calificado en las escuelas. “Para participar en una licitación, nosotros debemos estar certificados, someternos a exámenes médicos, y los locales deben cumplir con condiciones específicas. Además, todo el personal debe estar preparado y avalado para estas funciones”.

Las asociaciones de PYMES del sector de alimentación escolar esperan que sus planteamientos sean escuchados y considerados por los legisladores, antes de que el proyecto avance a segunda lectura.



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