Por: Sandy Cuevas
Redacción.- Durante su intervención en la Conferencia de la ONU sobre los Océanos, el presidente Luis Abinader pidió que el sargazo sea declarado una emergencia regional. Sin embargo, comerciantes advierten que no basta con discursos: exigen acciones inmediatas y coordinadas ante la inminente llegada de toneladas de algas a las playas del país.
Desde Boca Chica hasta Guayacanes, los comerciantes coinciden en que el cúmulo de sargazo afecta de forma directa sus ventas. Advierten que las autoridades no pueden seguir reaccionando tarde y que el problema debe atacarse con planificación antes de que las algas toquen tierra.
Algunos de los propietarios de pequeños restaurantes dicen que muchas veces tienen que asumir el costo de limpieza y aseguran que la falta de intervención del Estado los deja desprotegidos ante un fenómeno que se repite cada año con mayor intensidad.
Aunque las grandes masas de sargazo todavía no han llegado a las playas dominicanas, los comerciantes ya se están organizando, en un intento de mitigar el golpe económico que aseguran es inevitable.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente aseguran que cuentan con un equipo de técnicos especializados que ya están trabajando en medidas de mitigación. Sin embargo, al ser consultados, no ofrecieron detalles concretos sobre qué protocolos se implementarán, ni cuándo comenzarán las acciones sobre el terreno.
La falta de claridad por parte de las autoridades alimenta la preocupación entre los comerciantes, que denuncian que año tras año se enfrentan solos a un problema ambiental que afecta el turismo, la salud pública y la economía local.
Mientras el presidente pide colaboración internacional, quienes viven del turismo en playas como Juan Dolió y Boca Chica exigen un plan real, concreto y urgente que les permita enfrentar el impacto del sargazo antes de que la temporada los arrastre, como cada año.
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