Santo Domingo Este. — El temor se ha instalado en las calles y hogares de Mendoza, donde residentes aseguran que la delincuencia se ha vuelto incontrolable. “Ni siquiera nuestras casas son lugares seguros”, afirman varios presidentes de juntas de vecinos, quienes denuncian que antisociales, muchos de ellos menores de edad, entran armados a las viviendas.
Según los testimonios recogidos por Noticias SIN, se trata de grupos que caminan en forma de pandilla, a veces incluso acompañados por sus propios padres. “Llegan con bicicletas, motores, cadenas, guillos, y nadie en su casa los corrige”, lamentó un dirigente comunitario.
El pastor evangélico Ramón Martínez describió la situación con preocupación: “Salir a trabajar es un peligro. Aquí la gente toma otras vías porque sabe que por esta zona los van a atracar seguro”. Martínez, como muchos en la comunidad, dice encomendarse a Dios cada mañana antes de salir de casa.
Imágenes de cámaras de seguridad facilitadas a Noticias SIN muestran a jóvenes armados con machetes, palos y botellas irrumpiendo en viviendas. “Muchos vecinos los han visto con armas largas, agrediendo a otros sin motivo”, relatan.
Aunque hace unos meses sectores como Los Jardines de Mendoza fueron intervenidos por la Policía Nacional, los comunitarios aseguran que la delincuencia resurgió con mayor intensidad tras el cese del patrullaje. “Los tiroteos habían cesado, uno podía dormir. Ahora todo volvió y peor. Pedimos que regresen los operativos”, suplicó un residente.
Además de Mendoza, otros sectores afectados por esta ola de criminalidad son La Campana, La Botánica, El Arpe, Mandinga, Carola, El Capotillo de Villafaro y Villafaro Centro.
Ante este panorama, los comunitarios solicitan a las autoridades la instalación urgente de un destacamento policial en el sector, con la esperanza de recuperar la tranquilidad perdida.
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