REDACCIÓN.– Durante varias semanas, los residentes de lugares como Don Bosco, Villa Consuelo, Villa María y de Santo Domingo Norte han expresado su descontento debido a las prolongadas tandas de apagones que afectan su vida diaria.
Los moradores de estas comunidades sufren considerablemente, ya que los apagones, que a veces se extienden hasta 12 horas, dificultan actividades cotidianas. Muchos dependen del uso del celular para comunicarse, pero se ven obligados a esperar hasta la noche para cargar sus dispositivos. Además, los apagones han llevado a pérdidas significativas en sus refrigeradores, que pierden productos perecederos debido a la falta de electricidad.
Los pequeños comerciantes también se ven impactados negativamente. Aquellos sin inversores o plantas de respaldo deben esperar que la energía regrese para poder operar, mientras que los que cuentan con generadores enfrentan altos costos, gastando hasta mil pesos semanales en combustible para mantener sus negocios a flote.
Un residente comentó: “Antes, cuando se estaba robando luz, no se llevaba casi la energía, pero ahora hay más apagones”. Otro añadió que, a pesar de pagar su factura, los cortes han dañado sus electrodomésticos, señalando: “La luz se va a las 8 de la mañana y a las 4 de la tarde todavía no ha llegado”.
La falta de electricidad ha afectado también el acceso a agua fría, obligando a los vecinos a consumir agua caliente. “No estamos pidiendo contadores, pero estamos pagando por la electricidad que no recibimos”, expresó un afectado.
De su lado, las autoridades informaron que muchos de los apagones son consecuencia del mantenimiento en las redes de distribución, así como de un aumento en la demanda energética, especialmente con la llegada del verano, cuando se incrementa el consumo debido al calor y a que los niños pasan más tiempo en casa.
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