Santo Domingo.- La señora Carmen Pérez, residente desde hace más de treinta años en Villa Federica, denunció entre lágrimas las condiciones insalubres en las que vive junto a su esposo. Según relata, ha desarrollado afecciones respiratorias debido a la contaminación por aguas residuales que inundan su entorno.
“No puedo dormir, me estoy muriendo con esta gripe”, expresó doña Carmen, quien también reportó que un niño de la comunidad enfermó de dengue. Las aceras se han convertido en canales improvisados por donde corren aguas negras, afectando no solo la movilidad sino también la salud y la tranquilidad de los vecinos.
A más de dos semanas de haberse paralizado los trabajos de reparación de las tuberías, los moradores exigen una respuesta inmediata de las autoridades competentes. Piden que se retomen las obras y se restablezcan las condiciones de salubridad necesarias para vivir dignamente.
El llamado de los residentes, cansados y preocupados, es claro: quieren soluciones, no más promesas.
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