Santo Domingo.- A casi dos meses del colapso del techo del centro nocturno Jet Set, que dejó un saldo de más de 230 personas fallecidas, los dueños de bares y discotecas del país aseguran que el temor persiste entre los clientes, afectando gravemente la asistencia y las ventas en sus negocios.
Según propietarios de locales en Santo Domingo Este y la Zona Colonial, muchos dominicanos han optado por espacios abiertos como terrazas o bares al aire libre, evitando los establecimientos cerrados, mientras que otros simplemente han suspendido sus salidas nocturnas.
“Desde que ocurrió la tragedia estuvimos cerrados prácticamente todo abril. Luego llegó Semana Santa y ha sido cuesta arriba levantar el negocio”, declaró Richard Hernández, propietario de varias discotecas en Santo Domingo Este, quien asegura que la caída en la asistencia ha sido “bastante significativa”.
En la Calle El Conde, en la Zona Colonial, bares y restaurantes también reportan pérdidas económicas importantes debido a la baja afluencia de clientes. “Las noches están muertas. La gente se cuida más y teme que ocurra otra desgracia”, señaló José Cabral, empleado de uno de estos locales.
Frente a este panorama, representantes del sector nocturno han intensificado inspecciones estructurales en sus negocios, en coordinación con autoridades locales. “Comisiones de bomberos y expertos estructuralistas han estado visitando los establecimientos para verificar su seguridad. Es una buena iniciativa, aunque lamentamos que no se tomara antes de una tragedia tan grande”, agregó Hernández.
Además de las revisiones técnicas, los empresarios están pidiendo al Ministerio de Interior y Policía una ampliación de los horarios de operación, con el objetivo de mitigar las pérdidas que han enfrentado en los últimos meses.
“Algunos hemos tenido que reducir personal. Las ventas han bajado mucho. La economía está difícil, y lo primero que recorta la gente en su presupuesto es el entretenimiento”, concluyó el propietario.
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