SANTO DOMINGO . – «Yo soy su madre. Lo quiero vivo y sano», exclamó Gregoria Sosa Contreras, quien pide ayuda para trasladar a su hijo de una clínica a un hospital público. Aseguró que agotó todos los recursos, incluyendo los del seguro médico; los propietarios de la clínica donde está le piden que se lo lleve a su casa. “Yo soy su madre, no soy una asesina”, dijo angustiada, ya que teme que el joven pierda la vida si se lo lleva a casa.
Gregoria pide al presidente Abinader y a la primera dama un ventilador mecánico y una cama en cualquier hospital para que su hijo se pueda recuperar de la enfermedad respiratoria que afecta a sus pulmones. “Dios es quien tiene la última palabra. Yo sé que él lo va a sacar de ahí”, exclamó.
Angustiada, comentó que tras agotar los recursos del seguro, los doctores de la clínica donde permanece ingresado Carlos Miguel Sosa, de 35 años de edad, le pidieron que se lo llevara a casa y que buscara un ventilador, ya que el seguro solo cubría un millón de pesos, cantidad que ya está agotada.
La madre asegura que ha intentado trasladarlo a un hospital público, pero no ha encontrado una cama disponible con ventilador. «Mi hijo no es un vegetal. Él me escucha, se ríe y me sigue con la mirada. Un vegetal no hace eso», afirmó.
Lamentó que, como maestra y ciudadana, y sin las condiciones necesarias en su hogar, no tiene cómo atenderlo adecuadamente en casa. «No soy médica ni enfermera», dijo.
Si usted desea colaborar con Gregoria Sosa Contreras, favor de llamar al 809-430-1994 y al 829-346-0371.
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